El objeto original, como se apreciará en entradas anteriores, se trata de un gamepad de PC, el cuál ha sido dañado por acciones propias durante esta cuarentena. Traté de aprovechar ese daño para mostrar las entrañas de ese control, un interior que no muchos han visto o se atreven a ver. Algunos lo pensarían como una analogía de la introspección de uno mismo durante estos tiempos, conociendo su propio interior aunque sea como una distracción del mundo.
Ya contaba con muchas dificultades técnicas, ya que suelo capturar imágenes en habitaciones oscuras con una lente no muy luminosa, a eso se le sumó la complicación de querer capturar un objeto muy de cerca lo cual, debido a cómo funciona mi lente, se traducía a un diafragma cerrado, además que la carencia de un trípode significaba que no podía bajar la velocidad de obturación sin que el movimiento de mi mano afectara la imagen. Un último problema fue encontrar una posición en la que pudiera tomar la fotografía sin interponerme entre el objeto y la fuente de luz, lo cual significó contorsionar mi cuerpo en posiciones raras y guiarme a través de la pantalla de la cámara más que por el visor.
Con todo eso dicho, aquí una selección de mis intentos de captura
Y aquí la imagen elegida cómo la entrega oficial
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