A lo largo de este mes hemos tratado de no solo capturar la esencia completa del ser alrededor del cual se centran nuestros retratos, también que éstos reflejen nuestra propia impronta y se distinga nuestra mirada. Esta semana marca el fin de esa etapa, concluyendo con una imagen que dice incluso más sobre nosotros mismos, el autorretrato.
En mi caso particular tuve mucha práctica sobre esta tarea, al realizarla en paralelo con el retrato teledirigido, por lo cual tenía una idea sobre como quería mostrarme ya entendiendo que, al ser yo mismo el sujeto a retratar, no me encuentro limitado por la comodidad o inhibición de un otro.
Como parte de esta última instancia de entrega también se nos pidió desenterrar imágenes de nuestros cuerpos y rostros a lo largo de nuestra historia. Al hacerlo además de ver la evolución propia del crecimiento de un niño a un adolescente y un adolescente a algo que no sé si llamar un adulto, veo una evolución de un yo no fotógrafo a un yo post-Iluminación y Cámara al ver fotografías que en ese momento parecían satisfactorias y ahora las encuentro atroces. Estas imágenes se encuentran a continuación
Como parte de esta última instancia de entrega también se nos pidió desenterrar imágenes de nuestros cuerpos y rostros a lo largo de nuestra historia. Al hacerlo además de ver la evolución propia del crecimiento de un niño a un adolescente y un adolescente a algo que no sé si llamar un adulto, veo una evolución de un yo no fotógrafo a un yo post-Iluminación y Cámara al ver fotografías que en ese momento parecían satisfactorias y ahora las encuentro atroces. Estas imágenes se encuentran a continuación
Sobre el autorretrato hecho para esta instancia tomé la elección de retomar el "uniforme" que me di en el autorretrato anterior (calzones viejos y una remera rota) y decidí continuar con los referentes de Dijkstra y Avedon en lo que viene a la técnica, planos amplios sobre fondos neutros y expresiones neutras pero sugestivas, y en cuanto a la iluminación fui experimentando en distintas situaciones. Primero intenté usar luz natural de una tarde soleada (aproximadamente 14:00 hs) y capturar la imagen bajo la sombra, como en mis autorretratos anteriores, luego probé capturar a la medianoche con la única luz proviniendo de una lámpara incandescente.
Diafragma: f4.5 Obturación: 1/200 ISO: 200 Distancia focal: 34mm
Diafragma: f4.8 Obturación: 1.6 ISO: 800 Distancia focal: 36mm
En estos dos ejemplos exploré dos extremos de la iluminación, aquella más próxima a mis referentes con unas imágenes en clave alta, mayor presencia de blancos y bajo contraste, y aquella más próxima a mis imágenes propias, aquellas en clave baja, mayor presencia de negros y alto contraste. Ninguna acabó convenciéndome así que traté de encontrar un equilibrio entre ambas propuestas. Por lo tanto en mi último intento me fotografié bajo una luz natural más tenue (aproximadamente 17:30 hs) y parcialmente bajo la sombra. La imagen resultante es la elegida como entrega de ésta etapa llamada El Otro y El Espejo.
Diafragma: f4.8 Obturación: 1/250 ISO: 200 Distancia focal: 36mm
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