martes, 11 de agosto de 2020

El otro (entrega)

 Así concluye la búsqueda de capturar al otro en una imagen fotográfica, después de numerosos fotógrafos e incontables ejemplos todo se reduce a esta entrada. Este tránsito fue difícil no solo por la complicada naturaleza que es retratar a una persona más allá de tomar su fotografía o de manejar la luz con limitados instrumentos caseros, también por las complicaciones que se presentaron en mi caso particular, el de no tener a una persona frente a mí a quien registrar con una cámara, eso es, hasta esta última instancia.

En el transcurso de este recorrido traté de emular los trabajos de Rineke Dijkstra, tanto en su forma de iluminación con luz blanca y blanda sobre fondos neutros como en su temática de mostrar la vulnerabilidad tan natural de los sujetos que elegía retratar, adolescentes y adultos jóvenes pasando por cambios físicos y mentales. En esta última instancia, producto de un inesperado viaje, tuve que cambiar a mi retratado, un streamer veinteañero a 11000 kilometros de distancia, por mi propio padre de 66 años, con una condición de salud seria, estando parado a 2 metros de mí, y esa diferencia también me vio obligado a cambiar a mi referencia. Si bien no podría adoptar la temática tan presente en el trabajo de Dijkstra, no tendría que desviarme tanto de su técnica, por lo tanto me incliné a tomar como referente a los retratos de Richard Avedon quien, a lo que concierne la iluminación, pareja y de sombras blandas, y el encuadre, planos medios verticales sobre fondo blanco, no es muy diferente a Dijkstra. Sin embargo la búsqueda de Avedon no es tanto la búsqueda de la vulnerabilidad del retratado sino romper con la idea de que el fotógrafo debe asegurar la comodidad del retratado buscando todas las maneras de sacar a los retratados de su lugar, como en su retrato a los duques de Windsor retratando su disgusto cuando les contó haber atropellado a un perro en el camino a la sesión

Una vez decidí mi referencia llegó la hora de tomar la fotografía. Encontré una pared de la habitación donde no se proyectara una sombra notoria en la pared y no se produjeran sombras en los ojos del retratado, como me ha pasado en casos anteriores, y comencé a disparar con una baja velocidad de obturación por tratarse de luz artificial en interior. Al principio intenté unas fotos de un valor de plano medio, con una corta distancia focal, aunque al final me decidí por un plano más cercano para una mejor apreciación del rostro y la expresividad de mi papá mientras intentaba diversas técnicas para provocar una reacción que no fuera explícitamente dirigida por mí como decirle que lo quería, diciéndole que es viejo, haciendo que se canse de estar parado, hasta que al final logré esta foto la cual elijo como mi entrega.

Diafragma:f5 Obturación:1/3 ISO:800 Distancia Focal:42mm


Una vez acabada la sesión y mi papá se fue a dormir vi el rincón donde pasa gran parte de su tiempo, el sillón donde ve la televisión tapado con una sábana y los pies sobre una silla, donde hasta suele quedarse dormido, como si ese fuera el lugar más cómodo del mundo. Me di cuenta que ese sillón frente a la tele es como mi silla frente a la PC, un lugar por el que pasa todo el cotidiano, un lugar en el que más cómodos nos sentimos. Por eso, haciendo referencia a una de mis primeras fotos subidas en este blog donde se ve mi lugar vacío iluminado por una pantalla, decidí capturar éste lugar propio de mí papá de esa misma forma.

Diafragma:f/4.8 Obturación:1/8 ISO:800 Distancia Focal:36mm




 


 

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